¿Por qué siento dolor en los músculos y articulaciones?

Consulta siempre tus dudas con tu equipo médico.


El tratamiento con hormonoterapia para el cáncer de mama puede causar dolores musculares y articulares como uno de sus efectos secundarios. Este dolor, conocido también como artralgia, puede variar en intensidad desde leve hasta severo y afectar la calidad de vida de las pacientes.

Cómo se Manifiestan

Los dolores musculares y articulares pueden manifestarse de varias maneras, incluyendo:

- Dolor y rigidez: Especialmente en las articulaciones de las manos, rodillas, caderas, y espalda.
- Dificultad para moverse: La rigidez puede ser más notable por la mañana o después de períodos de inactividad.
- Inflamación: Aunque menos común, algunas pacientes pueden experimentar hinchazón en las articulaciones afectadas.

Por Qué Aparecen

Estos dolores suelen ser el resultado de la disminución en los niveles de estrógeno causada por la hormonoterapia. El estrógeno juega un papel en la salud de las articulaciones y los músculos, ayudando a mantener la lubricación y reduciendo la inflamación. Sin suficiente estrógeno, las articulaciones pueden volverse más susceptibles al desgaste, lo que lleva a dolor y rigidez.

Cómo Evitarlos o Minimizarlos

- Ejercicio regular: La actividad física puede aumentar la flexibilidad, fortalecer los músculos alrededor de las articulaciones y mejorar el rango de movimiento. Opta por ejercicios de bajo impacto como nadar, caminar o yoga.
- Fisioterapia: Un fisioterapeuta puede enseñarte ejercicios específicos para aliviar el dolor en las articulaciones y mejorar la movilidad.
- Medicamentos para el dolor: Analgésicos de venta libre como el ibuprofeno o el paracetamol pueden aliviar el dolor, aunque siempre deben usarse bajo la supervisión de un médico.
- Suplementos: Algunos suplementos, como el omega-3, la glucosamina y la condroitina, pueden ayudar a reducir el dolor articular, aunque su efectividad varía. Consulta a tu médico antes de comenzar cualquier suplemento nuevo.
- Técnicas de relajación y terapias complementarias: Métodos como la acupuntura, la meditación y el masaje pueden ser efectivos para algunos pacientes en el manejo del dolor y la rigidez.
- Cambios en la dieta: Una dieta antiinflamatoria, rica en frutas, verduras, granos enteros y ácidos grasos omega-3, puede ayudar a reducir el dolor y la inflamación.
- Mantener un peso saludable: Reducir el exceso de peso puede disminuir la presión sobre las articulaciones, especialmente en las rodillas, caderas y espalda.

Es importante discutir estos síntomas con tu equipo de atención médica, ya que pueden ayudarte a encontrar las estrategias de manejo más efectivas para tu situación específica. En algunos casos, si el dolor es particularmente severo, tu médico puede considerar ajustar tu plan de tratamiento de hormonoterapia.