El tratamiento con hormonoterapia para el cáncer de mama puede influir en el peso y el metabolismo de diversas maneras, llevando a cambios que pueden ser preocupantes y frustrantes para muchas pacientes. Estos efectos secundarios pueden manifestarse como aumento de peso, cambios en la distribución de la grasa corporal, y alteraciones en el metabolismo, que pueden tener impactos adicionales en la salud y el bienestar general de la persona.
Cómo se Manifiestan
- Aumento de peso: Muchas pacientes experimentan un aumento de peso durante el tratamiento de hormonoterapia. Este peso adicional se puede acumular especialmente alrededor del abdomen.
- Cambios en la composición corporal: Incluso sin un aumento significativo en el peso total, puede haber un aumento en la grasa corporal en comparación con la masa muscular.
- Alteraciones en el metabolismo: Puedes notar que tu metabolismo parece más lento, lo que significa que el cuerpo quema calorías a un ritmo más lento de lo habitual.
Por Qué Aparecen
Estos cambios ocurren por varias razones:
- Alteraciones hormonales: La hormonoterapia puede reducir los niveles de hormonas como el estrógeno y la progesterona, lo que puede tener un efecto directo en cómo el cuerpo regula el peso y el metabolismo.
- Menor actividad física: El cansancio asociado con el tratamiento puede llevar a una disminución en la actividad física, contribuyendo al aumento de peso y a la pérdida de masa muscular.
- Cambios en la dieta: Los cambios en los hábitos alimenticios, ya sea por aumento del apetito o por buscar consuelo en la comida debido al estrés emocional del tratamiento, también pueden contribuir al aumento de peso.
Cómo Evitarlos o Minimizarlos
- Mantén una dieta equilibrada: Concentrarte en una dieta rica en frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros puede ayudar a controlar el peso y promover un metabolismo saludable.
- Ejercicio regular: La actividad física puede ayudar a contrarrestar el aumento de peso, mejorar el metabolismo y mantener la masa muscular. Habla con tu médico sobre el tipo y la cantidad de ejercicio que es seguro para ti.
- Hidratación adecuada: Beber suficiente agua es esencial para un metabolismo saludable y puede ayudar a controlar el apetito.
- Monitoreo del peso: Mantén un registro de tu peso y composición corporal para identificar rápidamente cualquier cambio significativo.
- Consulta con especialistas: Un dietista o nutricionista puede ofrecer asesoramiento personalizado para ayudar a gestionar el peso y los cambios metabólicos. Un fisioterapeuta o entrenador especializado también puede diseñar un programa de ejercicios adaptado a tus necesidades y capacidades.
- Apoyo emocional: El apoyo de un psicólogo o un grupo de apoyo puede ser útil para manejar el estrés emocional que puede llevar a cambios en la alimentación y la actividad física.
Es importante abordar estos cambios de manera proactiva y en colaboración con tu equipo de atención médica. Aunque el manejo del peso y el metabolismo durante la hormonoterapia puede ser un desafío, con estrategias adecuadas y apoyo, es posible minimizar estos efectos secundarios y promover un mejor bienestar general.