El proceso de suministro de quimioterapia para el cáncer de mama en el hospital de día es una parte crucial del tratamiento para muchas pacientes. Comienza con una cita programada, donde la paciente se presenta en la unidad de oncología o en el hospital de día. Antes de iniciar la sesión, se lleva a cabo una evaluación médica para asegurarse de que la paciente esté en condiciones adecuadas para recibir el tratamiento.
Una vez que se confirma la idoneidad de la paciente para la quimioterapia, se procede a preparar la medicación. Esto implica la dilución y mezcla de los agentes quimioterapéuticos según las indicaciones médicas específicas para el caso de cada paciente.
Una enfermera especializada en oncología suele encargarse de administrar la quimioterapia. Se coloca una vía intravenosa (IV) en el brazo o mano de la paciente para permitir la administración del medicamento de manera segura y eficiente. La enfermera verifica que la vía esté funcionando correctamente antes de comenzar la infusión.
Una vez que todo está listo, se inicia la administración de la quimioterapia. La velocidad a la que se administra el medicamento puede variar según el tipo y la dosis de quimioterapia, así como las necesidades individuales de la paciente. En algunos casos, la infusión puede durar varias horas, mientras que en otros puede ser más corta.
Durante la sesión, la paciente suele permanecer en una cómoda silla o cama, con acceso a agua, alimentos y otros suministros básicos. Es común que las pacientes traigan libros, dispositivos electrónicos u otras distracciones para pasar el tiempo durante la infusión.
El equipo médico monitorea de cerca a la paciente durante todo el proceso para detectar cualquier efecto secundario o reacción adversa. Esto puede incluir la medición regular de signos vitales como la presión arterial, el pulso y la temperatura, así como la evaluación de posibles síntomas como náuseas, fatiga o reacciones alérgicas.
Una vez que se completa la infusión de quimioterapia, la enfermera retira la vía IV y la paciente suele permanecer bajo observación durante un período corto para asegurarse de que no haya reacciones adversas inmediatas.
En general, el proceso de suministro de quimioterapia en el hospital de día puede durar varias horas, dependiendo de la duración de la infusión y los procedimientos de monitoreo necesarios. Sin embargo, para muchas pacientes, este tiempo es fundamental en su lucha contra el cáncer de mama, ofreciéndoles la esperanza y el tratamiento necesario para combatir la enfermedad.