¿Voy a tener cáncer?

Consulta siempre tus dudas con tu equipo médico.

Dra. Raquel Bratos Lorenzo, Jefa del Servicio de Oncología del Hospital HM Sanchinarro

Piensa que no todas las personas que tienen una mutación genética desarrollan un cáncer y piensa, que puedes tomar decisiones preventivas para contrarrestar esa anomalía. 

Estás en una nueva realidad donde la vida se ha puesto de manifiesto ante ti por el peligro de desarrollar una enfermedad que puede causar la muerte, pero sigues siendo la misma de ayer. Toma conciencia de ello y piensa que tienes la suerte de tener un equipo de oncología y genética a tu disposición para ayudarte. Vive esta nueva realidad con toda tu fuerza.

La noticia de haber sido diagnosticada con una mutación genética asociada al riesgo de cáncer de mama y ovario puede generar una serie de preguntas y preocupaciones, siendo una de las más frecuentes: ¿Voy a tener cáncer de mama y ovario?

Esta pregunta, comprensiblemente, refleja la ansiedad y la incertidumbre que acompaña a la revelación de una mutación genética hereditaria. La realidad es que la presencia de una mutación en ciertos genes, como BRCA1 o BRCA2, aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama y ovario, pero no garantiza su ocurrencia. Es importante comprender que la genética no es un destino inevitable, sino un factor de riesgo que puede influir en la probabilidad de desarrollar la enfermedad.

El riesgo asociado a la mutación puede variar significativamente entre las personas y depender de diversos factores, como la presencia de otras variantes genéticas, antecedentes familiares específicos y el estilo de vida. La consulta con un oncólogo y un asesor genético es crucial para obtener una evaluación personalizada y comprender mejor el riesgo individual.

La vigilancia médica regular, que puede incluir pruebas de detección temprana como mamografías y resonancias magnéticas, así como la consideración de medidas preventivas como la mastectomía profiláctica o la ooforectomía, son opciones que pueden ayudar a reducir el riesgo y abordar la situación de manera proactiva.

La pregunta sobre el riesgo de cáncer de mama y ovario refleja la preocupación por el futuro y la necesidad de comprender las opciones disponibles para gestionar el riesgo. La toma de decisiones informada, basada en la información proporcionada por profesionales de la salud y asesores genéticos, permite a la persona tomar medidas concretas para mitigar el riesgo y mejorar la detección temprana.

Es esencial reconocer que cada caso es único, y las decisiones sobre el manejo del riesgo deben ser personalizadas. Además, la conexión con grupos de apoyo y la participación en comunidades que comparten experiencias similares pueden ofrecer un valioso respaldo emocional durante este proceso.

En resumen, aunque la presencia de una mutación genética aumenta el riesgo de cáncer de mama y ovario, no es una sentencia definitiva. La colaboración con profesionales de la salud y la adopción de medidas preventivas específicas pueden jugar un papel crucial en la gestión de ese riesgo y en la construcción de un camino hacia la salud y el bienestar.