Dra. Margarita Feijoo Saus, Jefe Servicio de Oncología del Hospital Universitario La Moraleja
La decisión de incluir la radioterapia en tu tratamiento de cáncer de mama y el tipo de estrategia a utilizar dependen de varios factores clínicos y personales. Aquí hay algunas circunstancias y estrategias de tratamiento en las que la radioterapia es comúnmente considerada:
1. Radioterapia después de la cirugía (Radioterapia adyuvante)
- Lumpectomía seguida de radioterapia: Para quienes se someten a una lumpectomía (extirpación del tumor y un margen de tejido circundante), la radioterapia es casi siempre recomendada para tratar el tejido mamario restante, ya que ayuda a reducir significativamente el riesgo de recurrencia del cáncer en la mama.
- Mastectomía seguida de radioterapia: La radioterapia puede recomendarse después de una mastectomía, especialmente si el cáncer es mayor a 5 cm, si hay cáncer en los márgenes quirúrgicos, o si el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos. Esto ayuda a destruir cualquier célula cancerosa residual y reduce el riesgo de recurrencia.
2. Radioterapia antes de la cirugía (Radioterapia neoadyuvante)
Se puede usar para reducir el tamaño de un tumor grande antes de la cirugía, lo que puede permitir una cirugía conservadora de la mama en lugar de una mastectomía completa.
3. Radioterapia para cáncer de mama avanzado o metastásico
En etapas avanzadas del cáncer de mama, la radioterapia puede utilizarse para controlar el crecimiento del tumor y aliviar los síntomas en áreas específicas, como los huesos o el cerebro, mejorando así la calidad de vida.
Estrategias de Tratamiento de Radioterapia
- Radioterapia Convencional: Implica sesiones diarias (5 días a la semana) durante varias semanas.
- Radioterapia Hipofraccionada: Ofrece una dosis más alta de radiación por sesión pero con menos sesiones en total. Ha demostrado ser igualmente efectiva para ciertos pacientes, especialmente aquellos con un riesgo bajo a intermedio y sin involucramiento de los ganglios linfáticos.
- Radioterapia Intraoperatoria: Se administra una sola dosis alta de radiación durante la cirugía, directamente al lecho tumoral después de la extracción del tumor. Esto puede ser una opción para algunos pacientes con un riesgo bajo de recurrencia.
- Braquiterapia: Ideal para tratar áreas específicas con alta precisión, minimizando la exposición de los tejidos sanos a la radiación.
La elección de la estrategia de radioterapia se basa en una evaluación detallada que incluye el estadio y el tipo de cáncer, las características biológicas del tumor, la edad del paciente, las condiciones de salud subyacentes, y las preferencias personales. La personalización del tratamiento es clave para lograr el mejor resultado posible mientras se minimizan los efectos secundarios. Es importante discutir todas las opciones, riesgos y beneficios con tu equipo de atención médica para tomar una decisión informada sobre el tratamiento más adecuado para ti.