El cáncer de endometrio es un tipo de cáncer que se desarrolla en el tejido del endometrio, la capa interna del útero. Es uno de los cánceres ginecológicos más comunes en las mujeres, especialmente en las posmenopáusicas. La causa exacta del cáncer de endometrio no se conoce del todo, pero se asocia con varios factores de riesgo, incluyendo la obesidad, la diabetes tipo 2, la terapia de estrógeno sin oposición de progesterona, y antecedentes familiares de cáncer de endometrio o síndromes genéticos que aumentan el riesgo de cáncer.
Existen principalmente dos tipos de cáncer de endometrio, que se diferencian en su comportamiento, tratamiento y pronóstico:
1. Tipo I (o cáncer de endometrio endometrioide): Representa aproximadamente el 80% de todos los casos de cáncer de endometrio. Generalmente, está asociado con niveles excesivos de estrógeno y suele ser precedido por hiperplasia endometrial, una condición en la que el endometrio se vuelve anormalmente grueso. Este tipo tiende a ser menos agresivo y a menudo se diagnostica en una etapa temprana cuando el tratamiento es más efectivo.
2. Tipo II (o cáncer de endometrio seroso y claro): Es menos común pero más agresivo y tiene un peor pronóstico. Este tipo no está asociado con el exceso de estrógenos y puede surgir de tejidos endometriales atrofiados, típicos en mujeres posmenopáusicas. Los cánceres de tipo II son más propensos a diseminarse más allá del útero en etapas tempranas.
El tratamiento para el cáncer de endometrio varía según el tipo y la etapa del cáncer, pero puede incluir cirugía para remover el útero (histerectomía), radioterapia, quimioterapia o terapia hormonal. La detección temprana es crucial para un mejor pronóstico, y los síntomas incluyen sangrado vaginal anormal, especialmente en mujeres posmenopáusicas, y dolor pélvico, entre otros. La conciencia y el control médico regular son esenciales para la detección y tratamiento tempranos de esta enfermedad.