El cáncer epitelial de ovario es el tipo más común de cáncer de ovario, constituyendo aproximadamente el 90% de todos los casos diagnosticados. Este tipo de cáncer se origina en las células epiteliales, que son las células que recubren la superficie externa de los ovarios. Aquí, las células que normalmente proporcionan una cubierta protectora comienzan a multiplicarse de manera descontrolada, formando un tumor. Dada su ubicación y naturaleza, este cáncer a menudo no se detecta hasta que ha alcanzado una etapa avanzada, lo que complica el tratamiento y reduce las tasas de supervivencia a largo plazo.
Subtipos del Cáncer Epitelial de Ovario
Los subtipos de cáncer epitelial de ovario se clasifican según las características histológicas de las células cancerosas y cada uno presenta patrones distintos de crecimiento y respuesta al tratamiento:
1. Cáncer Seroso: Este es el subtipo más prevalente de cáncer epitelial de ovario. Suele ser más agresivo y se detecta generalmente en una etapa más avanzada. Se divide en seroso de bajo grado y seroso de alto grado, siendo este último más común y de peor pronóstico debido a su rápida proliferación.
2. Cáncer Mucinoso: Representa un menor porcentaje de los cánceres de ovario y se caracteriza por células que producen moco. Este subtipo tiende a ser menos agresivo que el seroso y a menudo se presenta en una etapa más contenida cuando se detecta.
3. Cáncer Endometrioide: A menudo está asociado con cáncer endometrial y enfermedades como la endometriosis. Este subtipo puede tener un mejor pronóstico comparado con el seroso, especialmente si se detecta temprano.
4. Cáncer de Células Claras: Es relativamente raro y se cree que está relacionado también con la endometriosis. El cáncer de células claras puede ser más resistente a la quimioterapia tradicional, lo que lo convierte en un desafío para tratar eficazmente.
Características y Diagnóstico
El cáncer epitelial de ovario a menudo se descubre tardíamente debido a su ubicación profunda dentro del cuerpo y a la vaguedad de sus síntomas iniciales, que pueden incluir hinchazón, dolor pélvico, sensación de plenitud rápida, y cambios urinarios o intestinales frecuentes. Las pruebas de diagnóstico incluyen exámenes pélvicos, ultrasonidos, tomografías computarizadas, y la medición de marcadores tumorales como el CA-125 en la sangre, aunque este último no es específico solo para el cáncer de ovario.
Tratamiento
El tratamiento típicamente involucra una combinación de cirugía y quimioterapia. La cirugía busca extirpar tanto tejido canceroso como sea posible, incluyendo la eliminación de ambos ovarios, las trompas de Falopio, el útero y a veces, parte del tejido circundante en la pelvis. La quimioterapia se administra para matar cualquier célula cancerosa remanente y para tratar de prevenir la recurrencia del cáncer.
El conocimiento de los subtipos específicos del cáncer epitelial de ovario es crucial para personalizar el tratamiento y mejorar las perspectivas de las pacientes, adaptando las terapias a las características particulares de cada subtipo y su comportamiento biológico.