¿Cúando un cáncer de mama es o empieza a ser peligroso?

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Dra. Raquel Andrés Conejero, Jefe Servicio de Oncología del Hospital Universitario Lozano Blesa

Determinar cuándo un cáncer de mama comienza a representar un peligro es crucial para la detección temprana y el tratamiento efectivo. El cáncer de mama puede considerarse peligroso cuando comienza a mostrar signos de agresividad y capacidad de propagación, lo que puede amenazar la salud y la vida del paciente. Varios factores pueden influir en la peligrosidad de un cáncer de mama:

1. Tamaño del tumor: A medida que un tumor de mama crece, aumenta la probabilidad de que las células cancerosas se diseminen a otros tejidos y órganos del cuerpo. Los tumores más grandes tienen más probabilidades de ser peligrosos porque pueden invadir estructuras circundantes y dificultar su tratamiento.

2. Tipo y grado del cáncer: Algunos tipos de cáncer de mama son más agresivos que otros. Por ejemplo, los tumores triple negativos suelen ser más difíciles de tratar y tienen un peor pronóstico que otros subtipos de cáncer de mama. El grado del cáncer, que indica qué tan anormal es el aspecto de las células cancerosas en comparación con las células normales, también puede influir en su peligrosidad.

3. Presencia de receptores hormonales y HER2: La presencia o ausencia de receptores hormonales (estrógeno y progesterona) y la sobreexpresión del receptor HER2 pueden afectar la agresividad y el pronóstico del cáncer de mama. Los tumores que son positivos para estos receptores pueden responder mejor a ciertos tratamientos dirigidos, mientras que los tumores negativos pueden ser más difíciles de tratar.

4. Invasión de ganglios linfáticos: La invasión de los ganglios linfáticos cercanos por parte del cáncer de mama indica un mayor riesgo de diseminación a otras partes del cuerpo y puede influir en las opciones de tratamiento y el pronóstico.

5. Presencia de metástasis: Cuando el cáncer de mama se disemina a otras partes del cuerpo, como los huesos, el hígado, los pulmones o el cerebro, se considera metastásico y representa un mayor peligro. En este punto, el tratamiento se centra en controlar los síntomas y prolongar la vida del paciente.

En resumen, un cáncer de mama comienza a ser peligroso cuando muestra signos de agresividad y capacidad de propagación que pueden amenazar la salud y la vida del paciente. La detección temprana, el diagnóstico preciso y el tratamiento adecuado son fundamentales para abordar la peligrosidad del cáncer de mama y mejorar los resultados para los pacientes. Es importante que las personas estén atentas a los cambios en sus senos y se sometan a pruebas de detección regulares para detectar el cáncer de mama en etapas tempranas, cuando es más tratable.