Grabiela Palacios Verdú, Asesora Genética del Hospital Dexeus Mujer.
La decisión de realizar un estudio genético en hijos menores cuando uno de los padres es portador de una mutación genética que puede provocar cáncer de mama y ovario hereditario es una elección personal y compleja. Aquí se exploran algunas consideraciones importantes que pueden influir en esta decisión:
1. Edad y Madurez del Menor:
La edad y la madurez del menor son factores cruciales a tener en cuenta. Los estudios genéticos suelen requerir el consentimiento informado del paciente, y los menores pueden no tener la capacidad de comprender completamente las implicaciones y decisiones relacionadas con el análisis genético. En algunos casos, se puede posponer el estudio hasta que el menor alcance la mayoría de edad.
2. Implicaciones Emocionales:
Realizar un estudio genético en un menor puede tener implicaciones emocionales significativas tanto para el niño como para los padres. La información obtenida puede generar ansiedad y preocupación, y es esencial considerar la capacidad del menor para manejar emocionalmente esta información.
3. Beneficios de la Información Temprana:
La información genética temprana puede ofrecer beneficios en términos de vigilancia y prevención. Conocer la presencia de una mutación genética desde una edad temprana podría permitir estrategias de prevención y detección temprana más efectivas en el futuro.
4. Limitaciones del Análisis en Menores:
Algunos análisis genéticos pueden tener limitaciones en su aplicación a menores, especialmente si las estrategias de prevención recomendadas son intervenciones quirúrgicas que generalmente se consideran en la adultez.
5. Asesoramiento Genético:
La consulta con un asesor genético especializado puede proporcionar orientación sobre la idoneidad y el momento adecuado para realizar un estudio genético en menores. Los profesionales pueden evaluar las implicaciones éticas, emocionales y médicas de esta decisión.
6. Confidencialidad y Privacidad:
Se debe considerar la confidencialidad y privacidad de la información genética del menor. Las leyes de privacidad y protección de datos pueden variar, y se deben tener en cuenta para garantizar la seguridad y confidencialidad de la información genética.
7. Educación sobre Genética:
Proporcionar educación sobre genética a los menores puede ser útil para que comprendan la naturaleza de los estudios genéticos, las implicaciones potenciales y el concepto de riesgo hereditario.
8. Toma de Decisiones Conjunta:
La toma de decisiones sobre el estudio genético debe ser conjunta y basada en el diálogo abierto y la comprensión mutua entre los padres, los profesionales de la salud y, cuando sea posible, el propio menor.
En resumen, la decisión de realizar un estudio genético en hijos menores cuando uno de los padres es portador de una mutación genética asociada al cáncer de mama y ovario hereditario es compleja y requiere una evaluación cuidadosa de múltiples factores. La colaboración con profesionales de la salud y el asesoramiento genético puede ser esencial para tomar decisiones informadas y adaptadas a las necesidades y circunstancias específicas de cada familia.