Dra. Iris Teruel García, Oncóloga Médica del Hospital Universitari Dr. Josep Treueta - ICS Girona
La investigación médica abarca diversas áreas, entre las cuales destacan la investigación clínica y la investigación básica. Ambas desempeñan roles fundamentales en la comprensión de enfermedades, el desarrollo de tratamientos y la mejora de la atención médica en general. Veamos más de cerca qué implica cada una.
Investigación Básica:
La investigación básica, también conocida como investigación fundamental o básica, es el tipo de investigación que se realiza en el laboratorio para comprender los principios fundamentales de la biología y los procesos celulares. Los científicos que se dedican a la investigación básica exploran las preguntas fundamentales sobre cómo funcionan las células, cómo interactúan las moléculas y qué sucede a nivel molecular.
Esta forma de investigación sienta las bases para entender los procesos biológicos normales y anómalos. Por ejemplo, investigaciones básicas han revelado detalles cruciales sobre el código genético, la regulación celular y los mecanismos de enfermedades. Los conocimientos adquiridos en la investigación básica son esenciales para desarrollar nuevas terapias y abordar diversas condiciones médicas.
Investigación Clínica:
La investigación clínica, por otro lado, se lleva a cabo con pacientes y tiene como objetivo directo mejorar la atención médica y encontrar tratamientos efectivos. Implica la evaluación de intervenciones médicas, como medicamentos, procedimientos o terapias, en seres humanos. Este tipo de investigación se divide en varios tipos, como ensayos clínicos, estudios observacionales y análisis de casos.
Los investigadores clínicos trabajan directamente con pacientes para evaluar la seguridad y eficacia de tratamientos, así como para comprender mejor las enfermedades en un contexto práctico. Los resultados de la investigación clínica tienen aplicaciones inmediatas en la práctica médica y contribuyen al desarrollo de nuevas pautas de tratamiento.
Importancia Combinada:
Ambos tipos de investigación son interdependientes y se complementan entre sí. La investigación básica proporciona el conocimiento necesario para comprender las bases biológicas de las enfermedades, mientras que la investigación clínica aplica este conocimiento en el contexto de la atención médica diaria. La conexión entre ambas es vital para avanzar en la medicina y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
En resumen, la investigación básica y clínica son dos vertientes cruciales en la búsqueda del conocimiento médico. La primera construye el entendimiento de los fundamentos biológicos, mientras que la segunda lleva ese conocimiento a la práctica, buscando soluciones concretas para mejorar la salud de las personas.