Dra. Elia Seguí Solís, Oncóloga Médica del Hospital Clinic de Barcelona.
La inmunoterapia, un tratamiento que aprovecha el sistema inmunitario del cuerpo para combatir el cáncer, puede producir una gama de efectos secundarios que varían en intensidad desde leves hasta graves. Estos efectos son resultado de la activación del sistema inmunitario y su acción no solo contra las células cancerosas sino también, en ocasiones, contra tejidos sanos. A continuación, se detallan los efectos secundarios más comunes asociados con la inmunoterapia:
Efectos Secundarios Comunes de la Inmunoterapia
- Fatiga: Es uno de los efectos secundarios más comunes, donde los pacientes pueden sentirse cansados o exhaustos sin una razón aparente.
- Problemas Dermatológicos: Incluyen erupciones cutáneas, picazón, y en raras ocasiones, vitiligo (pérdida de color en la piel).
- Problemas Gastrointestinales: Diarrea y colitis son efectos secundarios comunes que afectan el sistema digestivo.
- Problemas Hepáticos: La inmunoterapia puede provocar hepatitis, una inflamación del hígado, que se detecta a través del aumento de las enzimas hepáticas en análisis de sangre.
- Problemas Endocrinos: La inmunoterapia puede afectar las glándulas endocrinas, causando condiciones como hipotiroidismo o hipertiroidismo, diabetes tipo 1, o inflamación de la hipófisis.
- Neumonitis: La inflamación del tejido pulmonar, aunque menos común, es un efecto secundario potencialmente grave.
Efectos Secundarios Menos Comunes pero Graves
- Inflamación del Corazón: Miocarditis, que puede ser potencialmente grave si no se trata.
- Problemas Neurológicos: Incluyen debilidad, hormigueo, o problemas en la visión, que pueden ser señales de inflamación en el sistema nervioso.
- Reacciones Infusiónales: Algunas personas pueden experimentar reacciones alérgicas durante la administración de inmunoterapia, que pueden variar desde síntomas leves hasta reacciones severas.
Gestión de los Efectos Secundarios
La clave para manejar los efectos secundarios de la inmunoterapia es la detección temprana y la intervención rápida. Muchos de estos efectos son reversibles si se identifican y tratan a tiempo. El equipo de atención médica puede necesitar ajustar la dosis del tratamiento, suspender temporalmente la inmunoterapia, o prescribir medicamentos para controlar los efectos secundarios, como corticosteroides para reducir la inflamación.
Importancia de la Comunicación con el Equipo de Atención Médica
Es fundamental que los pacientes informen a su equipo de atención médica sobre cualquier nuevo síntoma o cambio en su bienestar. La comunicación abierta permite al equipo médico realizar ajustes necesarios en el plan de tratamiento para manejar los efectos secundarios de manera efectiva, minimizando así el impacto en la calidad de vida del paciente.
En resumen, mientras la inmunoterapia representa una poderosa herramienta en la lucha contra el cáncer, es importante estar consciente de sus posibles efectos secundarios y trabajar estrechamente con el equipo de atención médica para gestionarlos adecuadamente.