Dra. Ana Santaballa Bertrán, Jefe del Servicio de Oncología del Hospital Universitario y Politécnico La Fe
El papel del médico oncólogo en el abordaje del cáncer de mama es fundamental y multifacético, abarcando desde el diagnóstico inicial hasta el tratamiento y el seguimiento a largo plazo. Los oncólogos son especialistas médicos altamente capacitados que se dedican al estudio y tratamiento de los diferentes tipos de cáncer, incluido el cáncer de mama. Su función es proporcionar una atención integral y personalizada a los pacientes, con el objetivo de lograr los mejores resultados posibles en términos de supervivencia y calidad de vida.
En primer lugar, el médico oncólogo desempeña un papel crucial en el diagnóstico preciso del cáncer de mama. Utilizando una combinación de pruebas y procedimientos, como mamografías, ecografías, resonancias magnéticas y biopsias, el oncólogo trabaja para determinar la presencia, la etapa y las características específicas del cáncer de mama de cada paciente. Esta información es fundamental para desarrollar un plan de tratamiento personalizado.
Una vez que se ha establecido el diagnóstico, el médico oncólogo colabora con otros especialistas, como cirujanos, radioterapeutas y patólogos, para diseñar un plan de tratamiento integral. Este plan puede incluir cirugía para extirpar el tumor, radioterapia para destruir las células cancerosas restantes, quimioterapia para eliminar las células cancerosas en todo el cuerpo y terapia hormonal para bloquear el crecimiento de las células cancerosas sensibles a las hormonas.
Durante el tratamiento, el médico oncólogo supervisa de cerca la respuesta del paciente y ajusta el plan de tratamiento según sea necesario. También proporciona atención integral para ayudar a manejar los efectos secundarios del tratamiento, como náuseas, fatiga y dolor, y ofrece apoyo emocional y psicológico a los pacientes y sus familias.
Una vez finalizado el tratamiento principal, el médico oncólogo continúa desempeñando un papel importante en el seguimiento a largo plazo del paciente. Realiza controles regulares para monitorear la salud del paciente, detectar cualquier signo de recurrencia del cáncer y proporcionar orientación sobre el manejo de los efectos a largo plazo del tratamiento.
En resumen, el médico oncólogo desempeña un papel central en el abordaje del cáncer de mama, desde el diagnóstico inicial hasta el tratamiento y el seguimiento a largo plazo. Su experiencia, dedicación y compasión son fundamentales para proporcionar una atención integral y personalizada a los pacientes, con el objetivo de lograr los mejores resultados posibles en su lucha contra esta enfermedad.