Dra. Elia Seguí Solís, Oncóloga Médica del Hospital Clinic de Barcelona.
La quimioterapia para el cáncer de mama generalmente no se administra en forma de pastillas por varias razones. Aunque algunos medicamentos de quimioterapia están disponibles en forma de comprimidos, la mayoría de los regímenes de quimioterapia para el cáncer de mama se administran por vía intravenosa o mediante otros métodos de administración parenteral, como la inyección subcutánea o intramuscular. A continuación se explican algunas razones por las cuales otros métodos de administración pueden ser preferibles:
1. Biodisponibilidad y Absorción: Los medicamentos administrados por vía oral deben ser absorbidos a través del tracto gastrointestinal para llegar al torrente sanguíneo y ejercer su efecto. Sin embargo, la absorción puede variar entre pacientes y puede ser afectada por factores como la presencia de otros medicamentos, la dieta y el estado de salud gastrointestinal del paciente. En contraste, la administración intravenosa proporciona una entrega directa del fármaco al torrente sanguíneo, asegurando una biodisponibilidad más predecible y una acción más rápida.
2. Metabolismo de Primer Paso: Cuando un fármaco se administra por vía oral, atraviesa el hígado antes de llegar al resto del cuerpo, un proceso conocido como metabolismo de primer paso. Durante este proceso, una fracción del fármaco puede ser metabolizada y eliminada antes de alcanzar su objetivo terapéutico. La administración intravenosa evita este metabolismo de primer paso, lo que puede resultar en una mayor cantidad del fármaco activo que llega a los tejidos diana.
3. Control Preciso de la Dosis: La administración intravenosa permite un control preciso de la dosis del fármaco, ya que se administra directamente en el torrente sanguíneo y se puede ajustar fácilmente según las necesidades individuales del paciente. Esto es especialmente importante en el caso de la quimioterapia, donde es crucial mantener una dosis adecuada para lograr la eficacia del tratamiento sin causar toxicidad innecesaria.
4. Mayor Eficacia: En algunos casos, ciertos fármacos de quimioterapia pueden ser destruidos o inactivados por los ácidos estomacales y las enzimas digestivas si se administran por vía oral. La administración intravenosa evita este problema y asegura que el fármaco llegue al torrente sanguíneo en su forma activa y lista para ejercer su efecto sobre las células cancerosas.
5. Manejo de Efectos Secundarios: Algunos medicamentos de quimioterapia pueden causar irritación gastrointestinal, como náuseas, vómitos y diarrea. La administración intravenosa puede ser preferible en estos casos, ya que evita el contacto directo con el tracto gastrointestinal y puede reducir la incidencia de efectos secundarios gastrointestinales.
En resumen, aunque la administración oral de quimioterapia puede ser conveniente en algunos casos, la administración intravenosa u otros métodos parenterales suelen ser preferibles en el tratamiento del cáncer de mama debido a su mayor precisión en la dosificación, biodisponibilidad predecible y eficacia en el suministro del fármaco directamente al torrente sanguíneo.