¿Tendré sequedad vaginal? ¿Existe algún tratamiento para mejorarla?

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La menopausia quirúrgica, que implica la extirpación de los ovarios como parte del tratamiento para un cáncer ginecológico o como medida preventiva, provoca una disminución abrupta de las hormonas sexuales, lo que puede desencadenar diversos síntomas menopáusicos. Entre estos síntomas, la sequedad vaginal es uno de los más comunes y molestos. A continuación, se detallan las características de este problema y las estrategias para contrarrestar sus efectos.

Características de la sequedad vaginal:

  • Sensación de sequedad: La disminución de estrógeno provoca una reducción en la lubricación vaginal natural, lo que resulta en una sensación de sequedad.
  • Picazón e irritación: La sequedad puede causar picazón, irritación y molestias en la zona vaginal.
  • Dolor durante las relaciones sexuales: La falta de lubricación puede hacer que el sexo sea doloroso o incómodo.
  • Infecciones recurrentes: La sequedad vaginal puede aumentar la susceptibilidad a infecciones vaginales y urinarias.

Qué puedo hacer para paliar los efectos de la sequedad vaginal:

1. Lubricantes y humectantes vaginales: Usar lubricantes a base de agua durante las relaciones sexuales puede reducir la fricción y el dolor. Los humectantes vaginales pueden aplicarse regularmente para mantener la hidratación de los tejidos vaginales.

2. Terapia de estrógeno local: Las cremas, tabletas o anillos de estrógeno vaginal pueden ser efectivos para aliviar la sequedad vaginal sin los riesgos sistémicos asociados con la terapia hormonal sistémica. Consultar con un médico es esencial para determinar si este tratamiento es adecuado.

3. Hidratación adecuada: Beber suficiente agua diariamente es crucial para mantener la hidratación general del cuerpo, incluyendo los tejidos vaginales.

4. Evitar productos irritantes: Evitar jabones perfumados, duchas vaginales y productos de higiene femenina que pueden irritar la zona vaginal.

Alimentos que benefician y alimentos a evitar:

Alimentos beneficiosos:

  • Ácidos grasos omega-3: Consumir alimentos ricos en omega-3, como el salmón, las nueces y las semillas de chía, puede ayudar a reducir la inflamación y mejorar la salud de los tejidos.
  • Fitoestrógenos: Alimentos como la soja, el lino y el tofu contienen compuestos similares al estrógeno que pueden ayudar a aliviar la sequedad vaginal.
  • Agua y alimentos hidratantes: Beber agua y consumir alimentos con alto contenido de agua, como pepinos, sandías y naranjas, puede ayudar a mantener la hidratación.

Alimentos a evitar:

  • Alcohol y cafeína: Pueden causar deshidratación y empeorar la sequedad vaginal.
  • Alimentos picantes y ácidos: Pueden irritar la mucosa vaginal en algunas mujeres.
  • Azúcares refinados y carbohidratos simples: Pueden contribuir a la inflamación y alterar el equilibrio del pH vaginal.

Ejercicio físico recomendado:

1. Ejercicio aeróbico: Actividades como caminar, nadar y andar en bicicleta mejoran la salud cardiovascular y pueden aumentar la circulación sanguínea, lo que es beneficioso para la salud vaginal. 2. Yoga y pilates: Estas prácticas no solo mejoran la flexibilidad y la fuerza, sino que también pueden reducir el estrés y promover el bienestar general. 3. Ejercicios de Kegel: Fortalecer los músculos del suelo pélvico puede mejorar el flujo sanguíneo a la zona vaginal y ayudar a mantener la salud de los tejidos.

Tratamientos adicionales:

1. Terapias láser vaginal: Tratamientos como el láser vaginal pueden estimular la producción de colágeno y mejorar la salud de los tejidos vaginales. Consultar con un ginecólogo para evaluar la idoneidad de este tratamiento es importante. 2. Terapias hormonales personalizadas: En algunos casos, los médicos pueden recomendar terapias hormonales personalizadas según el perfil de salud individual y los riesgos asociados.

Conclusión: La sequedad vaginal es un síntoma común y molesto de la menopausia quirúrgica, especialmente cuando se realiza debido a un cáncer ginecológico o como medida preventiva. Para paliar sus efectos, es importante adoptar una combinación de estrategias, que incluyen el uso de lubricantes y humectantes vaginales, terapia de estrógeno local, una buena hidratación, una dieta equilibrada y ejercicios físicos adecuados. Consultar con un profesional de la salud para desarrollar un plan personalizado es fundamental para abordar los desafíos específicos de la sequedad vaginal y mantener una buena calidad de vida.