¿Por qué a mí?

Consulta siempre tus dudas con tu equipo médico.

Sandra García Psicóloga del Hospital Dexeus Mujer

La mayoría de las personas portadoras de una mutación genética nos confirman que ésta es una pregunta que tuvieron permanentemente en su cabeza momentos o días posteriores a la noticia, en muchas ocasiones, como muestra de enfado o rechazo, pensando que su vida era una, y ahora es otra.

Si te haces esta pregunta, deja que se desvanezca , no la alimentes porque no tiene una respuesta clara. Si bien es cierto que tu predisposición genética por herencia te hace pertenecer al grupo de riesgo, también es cierto que personas como tú, incluso con la misma posibilidad de herencia genética, no presenta la mutación.

No te centres en la pregunta de ¿ por qué a mi ?, te proponemos mejor que te centres en ¿ qué puedo hacer y cómo me puede ayudar esta información ?

La noticia de ser portadora de una mutación genética asociada al riesgo de cáncer de mama y ovario hereditario puede desencadenar un profundo sentimiento de desconcierto y una pregunta que resuena en la mente: ¿Por qué a mí? Este cuestionamiento existencial es una respuesta emocional natural ante una revelación que impacta la percepción que se tiene de la propia salud y futuro.

En ese momento, la incredulidad puede dar paso a una búsqueda interna de explicaciones, llevando a la persona a reflexionar sobre las injusticias de la genética y las circunstancias. El sentimiento de vulnerabilidad se mezcla con la inevitabilidad de la situación, generando una sensación abrumadora de impotencia ante una realidad que no se eligió.

La pregunta "¿Por qué a mí?" puede extenderse más allá de la carga genética, abordando aspectos más amplios de la vida. Se exploran las posibles razones detrás de esta designación genética, y la búsqueda de sentido se convierte en un proceso emocional complejo. La aceptación de la propia vulnerabilidad y la confrontación con la posibilidad de enfrentar desafíos de salud significativos llevan a un viaje interior de autorreflexión.

Este sentimiento también puede estar acompañado de una sensación de injusticia, especialmente cuando se compara con aquellos que no enfrentan una carga genética similar. La comparación con las experiencias de los demás y la percepción de que otros llevan una vida más exenta de riesgos pueden intensificar el cuestionamiento sobre la equidad de la existencia.

A medida que la persona procesa esta información, el "¿Por qué a mí?" puede evolucionar hacia la búsqueda de significado y propósito. La comprensión de que esta situación no está ligada a una elección personal permite la exploración de cómo abordar la situación de manera constructiva. La conexión con otros que comparten experiencias similares, la búsqueda de apoyo emocional y la comprensión de que no se está solo en este camino pueden contribuir a encontrar un nuevo sentido en la travesía.

En última instancia, el "¿Por qué a mí?" puede ser un punto de partida para la construcción de una narrativa personal, donde la aceptación y la adaptación juegan un papel crucial. A través de la comprensión de la propia historia genética, la toma de decisiones informadas y el apoyo continuo, la persona puede enfrentar el futuro con una fortaleza renovada y un sentido de control sobre su propio destino.