Dr. Álvaro Rodríguez Lescure Jefe del servicio de Oncología del Hospital General Universitario de Elche
El tratamiento de terapia dirigida en cáncer de mama representa un enfoque innovador y altamente especializado en la lucha contra esta enfermedad. A diferencia de los métodos tradicionales como la quimioterapia, que ataca a todas las células de rápida división (tanto cancerosas como sanas), la terapia dirigida se enfoca en características específicas de las células cancerosas. Su finalidad es identificar y atacar moléculas específicas que son fundamentales para el crecimiento, la división y la propagación de las células cancerosas, lo que permite un tratamiento más preciso y con efectos secundarios potencialmente menores.
Finalidad de la Terapia Dirigida
La finalidad principal de la terapia dirigida es ofrecer un tratamiento más personalizado y eficaz contra el cáncer de mama, con el objetivo de:
- Atacar específicamente las células cancerosas: Al enfocarse en las proteínas o procesos específicos que son esenciales para la supervivencia y proliferación de las células cancerosas, la terapia dirigida busca minimizar el daño a las células sanas.
- Reducir los efectos secundarios: Al ser más selectiva, esta terapia tiende a tener menos efectos secundarios que los tratamientos convencionales como la quimioterapia.
- Mejorar los resultados del tratamiento: Al apuntar a las células cancerosas de manera más efectiva, la terapia dirigida puede mejorar la eficacia del tratamiento, aumentando las tasas de supervivencia y calidad de vida de los pacientes.
Objetivos de la Terapia Dirigida
Los objetivos específicos de la terapia dirigida en cáncer de mama incluyen:
- Inhibición de los receptores de crecimiento: Algunos tratamientos están diseñados para bloquear los receptores hormonales o los factores de crecimiento que las células cancerosas necesitan para crecer. Por ejemplo, en los cánceres de mama HER2-positivos, se utilizan medicamentos como el trastuzumab para bloquear la proteína HER2, impidiendo que las células cancerosas reciban las señales que necesitan para multiplicarse.
- Interferencia con las señales de crecimiento celular: Otros tratamientos se enfocan en las vías de señalización dentro de las células cancerosas que promueven su crecimiento y supervivencia. Al bloquear estas señales, la terapia dirigida puede detener el crecimiento del tumor o incluso inducir la muerte de las células cancerosas.
- Prevención de la angiogénesis: Algunas terapias dirigidas buscan evitar que el tumor desarrolle nuevos vasos sanguíneos, un proceso conocido como angiogénesis, lo que limita su capacidad para crecer y diseminarse.
- Entrega de toxinas a las células cancerosas: En algunos casos, la terapia dirigida se utiliza para llevar toxinas directamente a las células cancerosas, matándolas sin dañar las células normales circundantes.
La elección de una terapia dirigida específica dependerá de las características individuales del cáncer de mama, como su tipo, etapa y presencia de ciertos marcadores moleculares. Esto requiere un diagnóstico detallado y la identificación de los objetivos moleculares apropiados, lo que subraya la importancia de un enfoque personalizado en el tratamiento del cáncer de mama. La continua investigación y desarrollo en este campo están ampliando las opciones disponibles para los pacientes, ofreciendo nuevas esperanzas para tratamientos más efectivos y personalizados.