Dra. Elia Seguí Solís, Oncóloga Médica del Hospital Clinic de Barcelona.
Los tratamientos de terapia dirigida para el cáncer de mama han evolucionado significativamente, ofreciendo varias opciones basadas en las características específicas de las células cancerosas. Estos tratamientos se clasifican generalmente según el objetivo molecular al que se dirigen. A continuación, se describen los principales tipos de terapias dirigidas disponibles para el cáncer de mama:
1. Inhibidores de HER2
El receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano (HER2) es una proteína que puede promover el crecimiento de células cancerosas. En algunos cánceres de mama, una cantidad excesiva de HER2 está presente (conocidos como HER2-positivos). Los inhibidores de HER2, como trastuzumab, pertuzumab, y ado-trastuzumab emtansine, están diseñados para bloquear la señalización de HER2 y detener el crecimiento de las células cancerosas.
2. Inhibidores de la Cinasa
Los inhibidores de la cinasa son fármacos que bloquean las cinasas, un tipo de proteína que juega un papel en el control de la división celular y el crecimiento de las células cancerosas. Por ejemplo, los inhibidores de la tirosina cinasa pueden ser efectivos en tratar ciertos tipos de cáncer de mama al bloquear las señales que las células cancerosas necesitan para proliferar.
3. Moduladores Selectivos del Receptor de Estrógeno (SERMs)
Los SERMs, como el tamoxifeno, se unen a los receptores de estrógeno en las células cancerosas, bloqueando el efecto del estrógeno y, por lo tanto, inhibiendo el crecimiento de tumores que dependen de esta hormona para crecer. Son especialmente útiles en el tratamiento de cánceres de mama con receptores hormonales positivos.
4. Inhibidores de la Aromatasa
Los inhibidores de la aromatasa se utilizan en mujeres posmenopáusicas para tratar el cáncer de mama con receptores hormonales positivos. Estos medicamentos, como letrozol, anastrozol y exemestano, funcionan reduciendo la cantidad de estrógeno producido por el cuerpo, lo que ayuda a detener o desacelerar el crecimiento de los tumores hormonodependientes.
5. Inhibidores de CDK4/6
Los inhibidores de CDK4/6, como palbociclib, ribociclib, y abemaciclib, bloquean las proteínas CDK4 y CDK6, importantes para la división celular. Al inhibir estas proteínas, estos medicamentos pueden prevenir la proliferación de células cancerosas de mama con receptores hormonales positivos.
6. Inhibidores de mTOR
Los inhibidores de mTOR, como everolimus, se utilizan en combinación con otros medicamentos para tratar ciertos tipos de cáncer de mama avanzado. Actúan bloqueando una proteína llamada mTOR, que juega un papel en el crecimiento de las células cancerosas.
7. Terapias Dirigidas a Mutaciones Específicas
Para pacientes con mutaciones genéticas específicas, como las de BRCA1 o BRCA2, pueden estar disponibles terapias dirigidas como los inhibidores de PARP, que impiden que las células cancerosas reparen su ADN, llevando eventualmente a su muerte.
La elección de la terapia dirigida dependerá de varios factores, incluyendo el tipo específico y el estadio del cáncer de mama, así como la presencia de ciertos biomarcadores. El desarrollo continuo de estas terapias y la investigación en curso amplían las opciones de tratamiento disponibles, ofreciendo esperanza a las pacientes con cáncer de mama para tratamientos más efectivos y personalizados.