En la mayoría de hospitales de España el proceso para la aplicacación de un tratamiento de cáncer de mama u otro pasa por el estudio del caso en el "grupo o equipo multidisciplinar" de oncología del hospital, compuesto por el oncólogo, patólogo, cirujano, ginecólogo, etc. En sus reuniones se presenta el caso de la paciente, pruebas realizadas y resultados, estadio, características de la paciente, etc, para definir la estrategia a seguir en el abordaje del cáncer.
Podemos ver entonces que realmente nuestro caso está realmente custodiado por un grupo de profesionales que discuten sobre las distintas posibilidades para tomar decisiones, y esto es así porque el cáncer es una enfermedad muy compleja y hetereogenea. Podemos llegar a pensar que cuando vamos a visitar a nuestro oncólogo nos suministra un tratamiento que toca por el tipo de cáncer que tengo, pero no es así, no nos podemos imaginar el trabajo que hay detras, el estudio de distintos profesionales médicos para estudiar todas las variables tanto de la enfermedad como de nosotras como persona.
Además de nuestro perfil como paciente, se centran también en los criterios de la enfermedad, si el tumor está en un lugar operable o no, valoran el riesgo de diseminación, a qué terapias pueden ser sensibles según subtipos, si es una recidiva, etc., son varios los factores que tienen en cuena y no existe un protocolo claro de éxito, como hemos apuntado, el cáncer es una enfermedad totalmente hetereogenea ya que cada mujer es única y diferente, pero sí puedes tener en cuenta que el tratamiento que te ofrezcan es fruto de un importante trabajo y consideran que es el mejor para tu caso.
Cuando una persona recibe el diagnóstico de cáncer de mama, el proceso de elegir el tratamiento adecuado es complejo y multidisciplinario. Se basa en varios factores que incluyen las características específicas del tumor, la etapa del cáncer, la salud general del paciente y sus preferencias individuales. Aquí se describen los pasos y criterios principales que se utilizan para seleccionar un tratamiento:
1. Evaluación diagnóstica: El proceso comienza con una evaluación exhaustiva del cáncer de mama. Esto puede incluir pruebas de imagen como mamografías, ecografías y resonancias magnéticas, así como biopsias para obtener muestras de tejido para su análisis. Estos estudios proporcionan información crucial sobre el tamaño del tumor, su grado de agresividad y si se ha diseminado a otras partes del cuerpo.
2. Clasificación del tumor: Los médicos utilizan la información obtenida de las pruebas diagnósticas para clasificar el cáncer de mama en diferentes subtipos. Esto puede incluir el tipo de células cancerosas presentes (por ejemplo, carcinoma ductal o carcinoma lobulillar) y la presencia de receptores hormonales (estrógeno y progesterona) y HER2. Estos subtipos guían las opciones de tratamiento y ayudan a predecir la respuesta al tratamiento.
3. Estadificación del cáncer: Una vez que se ha diagnosticado el cáncer de mama, se realiza un proceso llamado estadificación para determinar la extensión del cáncer en el cuerpo. Esto implica evaluar el tamaño del tumor, si se ha diseminado a los ganglios linfáticos cercanos y si ha afectado otros órganos. La estadificación ayuda a determinar el pronóstico y las opciones de tratamiento.
4. Equipo multidisciplinario: El tratamiento del cáncer de mama generalmente requiere la colaboración de un equipo multidisciplinario de especialistas que pueden incluir cirujanos, oncólogos médicos, oncólogos radioterapeutas, patólogos, radiólogos y enfermeras especializadas en cáncer de mama. Estos expertos revisan los resultados de las pruebas y discuten las opciones de tratamiento más adecuadas para cada paciente en reuniones llamadas comités de tumores.
5. Consideraciones individuales del paciente: Además de las características del tumor y la enfermedad, se tienen en cuenta las preferencias y circunstancias individuales del paciente al elegir un tratamiento. Esto puede incluir la edad, la salud general, la presencia de otras condiciones médicas, la disponibilidad de recursos y el apoyo social. Los pacientes también pueden tener preferencias personales en cuanto a la agresividad del tratamiento, los efectos secundarios y la calidad de vida.
6. Objetivos del tratamiento: Se establecen objetivos claros para el tratamiento, que pueden variar según la situación de cada paciente. Estos objetivos pueden incluir la curación completa del cáncer, el control de la enfermedad para prolongar la supervivencia y mejorar la calidad de vida, o el alivio de los síntomas en pacientes con cáncer avanzado.
En resumen, el proceso de elegir un tratamiento para el cáncer de mama implica una evaluación integral de las características del tumor, la estadificación de la enfermedad, la colaboración de un equipo multidisciplinario de especialistas y la consideración de las necesidades y preferencias individuales del paciente. Este enfoque personalizado ayuda a garantizar que cada paciente reciba el tratamiento más adecuado y efectivo para su situación específica.