Cuando a una le hablan de la oncología convencional o tradicional tiene la sensación que está siendo tratada con tratamientos que no cuentan con todo el conocimiento o potencial de la medicina moderna, y no es así.
No hace muchos años si padecías cáncer de mama y te sometían a una intervención quirúrgica no te reconstruían el o los pechos, te ponían prótesis externas, las quimios eran mucho más agresivas con un índice de éxito muy inferior al actual, y no hablemos de los efectos secundarios, demoledores.
Eran pocas las empresas farmacéuticas que tenían la tecnología suficiente para desarrollar medicamentos que combatieran el cáncer. Al igual que la quimio, la radio era mucho más extensiva y agresiva con tu cuerpo, las secuelas eran importantes.
En los últimos 20-30 años la industria farmacéutica, la comunidad científica y oncológica ha dado un paso de gigante, enorme, permitiendo que el índice de supervivencia en cáncer de mama sea enorme y con tratamientos menos agresivos, mucho más dirigidos y personalizados.
Hablar de oncología tradicional no hace justicia a la formación de los equipos médicos, a los tratamientos que nos están suministrando, a los efectos secundarios menos agresivos. Tenemos unos increíbles investigadores, equipos de oncología totalmente entregados que buscan el desarrollo de la medicina para curarnos.
Ahora lo convencional o tradicional son todos aquellos tratamientos que nos prometían la curación, actualmente no solo se ha demostrado que no funcionan, sino que carecen de la aplicación tecnología vanguardista.
No, no podemos hablar de oncología tradicional, mejor hablemos de oncología de vanguardia.
Aunque el término "oncología tradicional" puede sugerir un enfoque estático o desactualizado en el tratamiento del cáncer de mama, la realidad es que la medicina oncológica está en constante evolución. Los avances científicos y tecnológicos han llevado a nuevas modalidades de tratamiento y técnicas quirúrgicas más precisas y efectivas para combatir el cáncer de mama. Por lo tanto, si bien podemos referirnos a los principios fundamentales de la oncología como "tradicional", es importante reconocer que la práctica actual de la oncología está firmemente arraigada en la innovación y el progreso.
Los últimos avances en tratamientos para el cáncer de mama abarcan una variedad de enfoques, que van desde la terapia hormonal y la quimioterapia hasta la terapia dirigida, la inmunoterapia y la medicina de precisión. Estos tratamientos están diseñados para atacar específicamente las características biológicas únicas de cada tumor y proporcionar opciones de tratamiento más personalizadas y efectivas para los pacientes.
Además de los avances en el tratamiento farmacológico, también hemos presenciado mejoras significativas en las técnicas quirúrgicas utilizadas en la cirugía de cáncer de mama. Por ejemplo, la cirugía conservadora de mama, que preserva la mayor parte del tejido mamario, ha reemplazado en gran medida a la mastectomía radical como el estándar de oro en muchos casos. Además, la cirugía oncoplástica, que combina técnicas oncológicas con principios de cirugía plástica, ha mejorado los resultados estéticos y funcionales para muchas mujeres que se someten a cirugía de cáncer de mama.
En resumen, si bien podemos hablar de "oncología tradicional" para referirnos a los principios fundamentales de la oncología, es importante reconocer que la práctica actual de la oncología del cáncer de mama está en la vanguardia de la medicina moderna. Los últimos avances en tratamientos y técnicas quirúrgicas están transformando la forma en que diagnosticamos y tratamos el cáncer de mama, brindando a los pacientes opciones de tratamiento más efectivas, menos invasivas y más personalizadas.