Dr. Álvaro Rodríguez Lescure Jefe del servicio de Oncología del Hospital General Universitario de Elche
En el tratamiento del cáncer de mama, la hormonoterapia es una estrategia clave que se utiliza para tratar tumores que son sensibles a las hormonas. Estos tumores tienen receptores que se unen a las hormonas estrogénicas y/o progesterónicas, promoviendo su crecimiento. La hormonoterapia busca bloquear la capacidad del cuerpo para producir estas hormonas o interferir con la función de las hormonas en las células cancerosas. Hay varias clases de hormonoterapia utilizadas en el cáncer de mama, cada una con un mecanismo de acción específico:
Dra. Elia Seguí Solís, Oncóloga Médica del Hospital Clinic de Barcelona.
La hormonoterapia para el cáncer de mama se puede administrar mediante diferentes métodos, dependiendo del tipo específico de medicamento utilizado y las necesidades individuales del paciente. Estos métodos están diseñados para bloquear la producción o acción de las hormonas que pueden promover el crecimiento de células cancerosas. A continuación, se describen los principales métodos de administración de la hormonoterapia en el tratamiento del cáncer de mama:
Los inhibidores de aromatasa son un tipo de hormonoterapia utilizada en el tratamiento del cáncer de mama hormonoreceptor positivo, especialmente en mujeres posmenopáusicas. Este grupo de medicamentos actúa interfiriendo con la enzima aromatasa, la cual es crucial para la producción de estrógeno en el cuerpo después de la menopausia. Al bloquear esta enzima, los inhibidores de aromatasa reducen significativamente los niveles de estrógeno circulante, lo que puede ayudar a prevenir el crecimiento de tumores de cáncer de mama que dependen del estrógeno.
Los antagonistas del receptor de estrógeno son un tipo de hormonoterapia utilizada en el tratamiento del cáncer de mama. Estos fármacos funcionan bloqueando los receptores de estrógeno en las células del cáncer de mama, impidiendo que el estrógeno se una a ellos y promueva el crecimiento del tumor. Al bloquear la acción del estrógeno, estos medicamentos pueden ralentizar o detener el crecimiento de tumores hormonodependientes.
Los Moduladores Selectivos de Receptores de Estrógeno (SERMs) son una clase de medicamentos utilizados en la hormonoterapia para el tratamiento del cáncer de mama. Actúan modulando la actividad de los receptores de estrógeno en las células, funcionando como agonistas (activadores) en algunos tejidos y como antagonistas (bloqueadores) en otros. Su capacidad para actuar selectivamente les permite inhibir el crecimiento de las células cancerosas en el tejido mamario al bloquear la actividad del estrógeno, mientras que simultáneamente pueden ejercer efectos positivos en otros tejidos, como los huesos y el sistema cardiovascular.
Los inhibidores de ciclinas dependientes de quinasa (CDK4/6) son un tipo de medicamento utilizado en la hormonoterapia para el tratamiento del cáncer de mama, especialmente en aquellos casos que son hormonodependientes, es decir, aquellos tumores que crecen en respuesta a las hormonas sexuales como el estrógeno y la progesterona. Estos medicamentos actúan interrumpiendo el ciclo celular, lo que impide que las células cancerosas se dividan y proliferen.
La selección de un tratamiento específico de hormonoterapia para el cáncer de mama depende de varios factores clínicos y biológicos relacionados con la paciente y las características del tumor. Las clases principales de hormonoterapia incluyen los moduladores selectivos de receptores de estrógeno (SERMs), inhibidores de aromatasa, antagonistas del receptor de estrógeno, y los inhibidores de ciclinas dependientes de quinasa (CDK4/6). Cada uno de estos tratamientos tiene indicaciones específicas basadas en el perfil hormonal del tumor, el estado menopáusico de la paciente, y otras consideraciones clínicas.
El tratamiento de hormonoterapia en cáncer de mama puede variar considerablemente en duración, dependiendo de varios factores, incluyendo el tipo de cáncer de mama, la presencia de receptores hormonales, la etapa del cáncer, y la respuesta individual al tratamiento. La hormonoterapia se utiliza principalmente en cánceres de mama que son receptores hormonales positivos, lo que significa que el crecimiento del cáncer es estimulado por hormonas como el estrógeno y la progesterona.
El tratamiento de hormonoterapia para el cáncer de mama es suministrado y supervisado por profesionales de la salud especializados en oncología, dentro de un entorno médico que puede variar según el tipo de hormonoterapia, las necesidades del paciente y la estructura del sistema de salud. A continuación, se detalla quién suministra este tratamiento y dónde puede administrarse:
La hormonoterapia para el cáncer de mama, a diferencia de otros tratamientos oncológicos como la quimioterapia y la radioterapia, generalmente permite a los pacientes mantener una calidad de vida cercana a la normalidad durante su administración. Esto se debe a que la hormonoterapia se administra a menudo en forma de píldoras o inyecciones que pueden integrarse en la rutina diaria del paciente, con un perfil de efectos secundarios generalmente más manejable que el de otros tratamientos oncológicos.
Saber si el tratamiento de hormonoterapia para el cáncer de mama está funcionando implica una combinación de seguimiento clínico, pruebas médicas, y la evaluación de la respuesta del cuerpo al tratamiento. El objetivo de la hormonoterapia es prevenir el crecimiento de las células cancerosas que dependen de hormonas como el estrógeno y la progesterona para crecer. Aquí te detallo cómo los profesionales de la salud evalúan la eficacia de este tratamiento:
El tratamiento con hormonoterapia para el cáncer de mama, como muchos otros tratamientos oncológicos, puede asociarse con ciertos efectos secundarios y riesgos que a veces se describen en términos de "toxicidad". Sin embargo, es importante destacar que el perfil de toxicidad de la hormonoterapia es generalmente considerado más bajo o menos severo en comparación con otros tratamientos como la quimioterapia. La hormonoterapia funciona alterando el entorno hormonal del cuerpo para prevenir el crecimiento de células cancerosas que dependen de hormonas como el estrógeno y la progesterona.