
¿Qué es y en qué consiste la terapia dirigida? ¿Cuál es su finalidad?
Dr. Álvaro Rodríguez Lescure Jefe del servicio de Oncología del Hospital General Universitario de Elche
Dr. Álvaro Rodríguez Lescure Jefe del servicio de Oncología del Hospital General Universitario de Elche
Dra. Elia Seguí Solís, Oncóloga Médica del Hospital Clinic de Barcelona.
Aunque la terapia dirigida es un avance significativo en el tratamiento del cáncer de mama, no sustituye por completo a tratamientos tradicionales como la quimioterapia y la radioterapia. Cada tipo de tratamiento tiene un papel específico y su uso depende de las características del cáncer y el estadio de la enfermedad. A continuación, te explico por qué estos tratamientos son complementarios en lugar de intercambiables.
La terapia dirigida se administra de diversas maneras, dependiendo del tipo de tratamiento específico y la forma en que los medicamentos están diseñados para actuar sobre las células cancerosas. A continuación, te explico los principales métodos de administración de la terapia dirigida en el tratamiento del cáncer de mama.
El cáncer de mama HER2 positivo es un tipo de cáncer que se caracteriza por tener una sobreproducción de una proteína llamada HER2 (receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano), que promueve el crecimiento y la división celular en las células tumorales. En este tipo de cáncer, las células cancerosas tienen demasiados receptores HER2 en su superficie, lo que estimula el crecimiento rápido del tumor.
Los inhibidores de la cinasa son una clase de terapia dirigida utilizada para tratar varios tipos de cáncer de mama, especialmente en casos donde el crecimiento del tumor está impulsado por señales celulares específicas que regulan el ciclo celular y la proliferación de las células cancerosas. Las quinasas son enzimas que juegan un papel crucial en la señalización celular y son responsables de activar diversas vías que permiten a las células crecer, dividirse y sobrevivir. Al bloquear la actividad de estas quinasas, los inhibidores de la cinasa pueden detener el crecimiento y división de las células cancerosas.
Los moduladores selectivos del receptor de estrógeno (SERM) son una clase de terapias dirigidas utilizadas en el tratamiento del cáncer de mama hormonodependiente, especialmente en aquellos casos donde el tumor depende del estrógeno para su crecimiento. Estos medicamentos bloquean o modifican los efectos del estrógeno en las células del cuerpo de manera selectiva, actuando de forma diferente en diferentes tejidos, lo que los convierte en una herramienta clave en el tratamiento de ciertos tipos de cáncer de mama.
Los inhibidores de CDK4/6 son una clase de terapia dirigida que actúa sobre el ciclo celular para detener el crecimiento de las células cancerosas. Las quinasas dependientes de ciclina (CDK) son enzimas esenciales que regulan la división celular. En el cáncer de mama, especialmente en el cáncer de mama ER positivo (hormonodependiente), las células tumorales a menudo muestran una sobreactivación de estas quinasas, lo que les permite dividirse y proliferar de manera descontrolada.
El mTOR (objetivo de la rapamicina en mamíferos) es una proteína quinasa que juega un papel clave en la regulación del crecimiento celular, la proliferación, la supervivencia y la metabolismo celular. En el contexto del cáncer de mama, el mTOR es un regulador importante de las vías de señalización celular que controlan el crecimiento y la división de las células tumorales. En muchos casos de cáncer de mama, especialmente en cánceres hormonodependientes (ER positivo) o cánceres HER2 positivos, las vías que involucran mTOR están sobreactivadas, lo que permite a las células cancerosas crecer y sobrevivir de manera descontrolada.
En algunos tipos de cáncer de mama, el tumor presenta mutaciones genéticas específicas que pueden ser tratadas de manera más precisa utilizando terapias dirigidas. Estas terapias se enfocan en bloquear o modificar las vías moleculares alteradas por las mutaciones, lo que permite detener el crecimiento y la propagación de las células cancerosas.
La elección de la terapia para el cáncer de mama depende de una serie de factores clave que incluyen el tipo de cáncer, la etapa de la enfermedad, las características moleculares del tumor, la salud general de la paciente y sus preferencias personales. A continuación, te explico cuándo se utilizan los diferentes enfoques terapéuticos en función de estos factores.
La duración del tratamiento de inmunoterapia en el cáncer de mama depende de varios factores, como el tipo de inmunoterapia, el estadio del cáncer, la respuesta del paciente al tratamiento y el plan de tratamiento específico establecido por el oncólogo. A continuación, te explico cómo se determina la duración de la inmunoterapia en el tratamiento del cáncer de mama.
La administración de la inmunoterapia para el cáncer de mama es un proceso que debe ser supervisado por profesionales de la salud en un entorno médico especializado. A continuación, te explico quién y dónde se administra la inmunoterapia:
En general, sí, la mayoría de las personas pueden hacer vida normal mientras reciben inmunoterapia para el cáncer de mama, pero hay ciertos factores a tener en cuenta. La inmunoterapia, al ser un tratamiento más específico y menos invasivo que otros enfoques como la quimioterapia, tiende a tener menos efectos secundarios graves. Sin embargo, cada paciente es diferente, y la capacidad de mantener una rutina diaria depende de varios factores, como la respuesta individual al tratamiento, los efectos secundarios y la frecuencia de las sesiones.
Saber si la inmunoterapia está funcionando en el tratamiento del cáncer de mama se basa en una combinación de evaluaciones médicas y monitoreo de síntomas. Los oncólogos utilizan varias herramientas para evaluar cómo responde tu cuerpo al tratamiento. A continuación, te explico las formas en las que se evalúa la efectividad de la inmunoterapia:
La toxicidad en inmunoterapia puede variar en gravedad, desde efectos secundarios leves hasta reacciones más graves. Esto se debe a que la inmunoterapia estimula el sistema inmunológico para atacar las células cancerosas, pero en algunos casos, puede resultar en una respuesta inmune excesiva o en daño a tejidos sanos.